Las intensas lluvias que desde el viernes se están acumulando en el noroeste de la provincia, con epicentro en localidades como San Cristóbal, Sunchales y Providencia, están generando un pulso de crecida en la cuenca del Salado que llevó el nivel del río a casi 9 metros en San Justo (creció un metro en 24 horas), a 5,43 metros en Recreo (aumentó 70 centímetros) y a 5,86 metros en Santo Tomé (creció 13 centímetros).

En Santa Fe, el municipio ya está monitoreando la situación en el barrio La Vieja Tablada —al lado del ex frigorífico municipal, fuera del anillo de defensa— donde puede ser necesario evacuar familias si el Salado continúa creciendo, un escenario probable para los próximos días ya que la altura del río podría superar con margen los 6 metros.

En los dos últimos años, el Salado tuvo repuntes en esta época del año. El 20 de abril de 2014, por ejemplo, tuvo un pico de 6,68 metros (con un caudal de 1.800 metros cúbicos por segundo) en lo que fue la cuarta inundación más importante de la historia y que obligó a evacuar el barrio La Vieja Tablada, que está fuera del anillo de defensas.

Como para tener un parámetro, en la inundación de abril de 2003 (la más grave que sufrió la ciudad), el río supero los 7 metros (con un caudal de 3.000 metros cúbicos por segundo) y, además, no estaba finalizada la circunvalación (con su defensa) a la altura del Hipódromo.

“También estamos analizando la situación del Paraná porque esta semana se registraron lluvias importantes en algunos puntos de la cuenca”, advirtió Andrea Valsagna, secretaria de Comunicación del municipio, en diálogo con El Litoral.

Pero el escenario que más preocupa a los funcionarios del municipio, es la probabilidad de que se registren lluvias intensas con los dos ríos que circundan a la ciudad cargados de agua (hasta el momento se acumularon unos 120 milímetros desde el lunes). En la ciudad, desde finales de diciembre, hay más de 550 evacuados por la crecida del Paraná.