SERGIO GRAZIOLI: ‘’SIEMPRE TUVE INTERÉS EN TOCAR MÚSICA ARGENTINA’’
¿Qué despertó tu interés en la música?
"Tengo que remontar a la época en la que nací, era una cuestión familiar, yo recuerdo que iba a la casa de mi abuela materna y en la radio que ella tenía, yo siempre escuchaba música, sobre todo folclórica, y mis tíos y mi mama también solían cantar en las reuniones familiar, todos cantaban bien, afinados. Además recuerdo una foto de cuando tenía unos tres o cuatro años que estaba con una escoba haciendo como que tocaba una guitarra, Entonces a partir de esto mis papas me preguntaron si quería estudiar guitarra y así fue, más o menos cuando tenía siete años comencé en un conservatorio privado y cuando termine allí sentí motivaciones con seguir con la guitarra, pero era un adolecente y todavía no sabía bien que quería hacer de mi vida, pero seguí tocando la guitarra con una banda de amigos, luego me incorporé a una orquesta y hacíamos música tropical y ganaba muchísimo dinero con esto y luego tuve que ir al servicio militar y cuando volví me dedique a la docencia. Fue una motivación familiar por más que nadie me obligó hacerlo’’.
¿Siempre tuviste un interés por el folclore o fue variando los gustos musicales?
"No, siempre tuve interés en la música argentina, en el folclore como en el tango, pero como decía anteriormente en mi adolescencia toque dentro de la orquesta música tropical y algo de música latinoamericana, porque uno tiene que transmitir la música de donde uno es".
¿Te acordas algún momento donde tocaste la guitarra y sentiste algo que ahora te vuelve siempre a la cabeza?
"Fue la primera vez que fui a tocar a Cosquín en 1980, fui a concursar al pre-Cosquín como solista de guitarra, además había ganado en el pre-Cosquín con un dúo instrumental en Sunchales, de ahí me creí el mejor guitarrista, pero me bocharon con justa razón, y eso me ayudo a crecer, porque hay que tener la grandeza y la humildad para saber si uno está en el buen camino o no, y de ahí fui en el 81, 82 y me hice habitué, fui 61 veces ya, subí mas veces de Mercedes Sosa porque hubo años que toque 6 o 7 noches con diferentes artistas y eso me dio la seguridad de lo que estaba haciendo porque es el escenario de música popular de Argentina, no digo que no haya otros pero Cosquín tiene un peso histórico que te lo hace sentir cuando subís al escenario’’.
¿Cuándo fue la primera vez que te subiste a un escenario?
A los siete años, mi profesora de guitarra Noemí Coria me llevo a Súnchales a un festival de su conservatorio de allí, fui el único que fue de Rafaela, me llevo con su papa y su mama en el auto, ahora lo pienso y digo: que grandeza la de esta profesora de llevarme a mí que hacía poco que había empezado, pero se ve que hacia las cosas medianamente bien. Recuerdo mi atuendo, subí vestido de Gaucho y canté zamba de mi esperanza, ese momento no se me borra nunca, con el paso del tiempo valoré todo eso’’.
¿Con que artista congenias muy bien, o decís "cantaría toda la vida con él"?
‘’Con muchos artistas, por ejemplo con Carabajal, con él tengo una amistad de casi treinta años y hace poco vino y me invito a tocar junto con él, después he tocado con Raúl Lavie, unos de los grosos de la música argentina, que en un momento de diga siéntate, siéntate, eso es algo tan bueno para un artista, eso paso en Bueno Aires, toque también con Javier Calamaro, con Alejandro Lerner, compartí escenarios con músicos que desde Rafaela los vemos lejanos pero cuando están alado tuyo te das cuenta que son gente como uno, que no se la creen, además toque con gente del folclore como por ejemplo Julia Helena Davalo, Ángela Irene, y después con amigos y amigas de aquí de Rafaela, que para mí es un gusto tocar junto a ellos’’.
¿Cómo llegaste a tocar y a viajar a Turquía?
‘’Tengo 18 giras, esa fue la última porque estuve en varios lugares como Italia, Israel, y justo a Turquía me convocan desde Rosario, amigos que forman parte de la asociación nuestra raíces, sobre todo un querido amigo que es el Dr. Ángel Milano que es pianista, me comentaron la posibilidad de viajar allá y bueno yo pedí un tiempo para responder, a lo que pregunto cuanto necesitaba y respondí un segundo, no iba a desaprovechar la oportunidad. Se armó un grupo muy lindo con bailarines y música, de Rafaela una cantante de Tango y un cantante de folclore, compartimos en el encuentro con doce países del mundo, fue maravilloso’’.
¿Cómo llega a formar parte de tu casa el Museo de Música dónde estamos hoy?
‘’Comenzó por curiosidad, yo toco la guitarra, pero una vez en una feria compre un instrumento llamado cultrún que es el tambor de los mapuches que lo compre por curiosidad y para mostrarle a mis alumnos ya que trabajo en escuelas secundarios, y así fui comprando, y cuando me di cuenta ya tenía 50 instrumentos guardados, y a veces los usaba para darle charlas a mis alumnos e incluso lo he llevado a giras, como la de Europa, en Alemania, y sobre todo mostrando aquellos instrumentos folclóricos, y con el tiempo se fueron deteriorando por el movimiento y se me ocurrió tener un lugar fijo donde la gente pueda ir a verlos, por esto en 2002 comencé los cimientos, en 2004 levante las paredes y luego fui de gira a Grecia y los griegos que son de una asociación cultural sin relación con el gobierno, me hacen una donación ya que me conocían y además sabían de mi idea del museo, de la argentina no recibí nada, pero no lo digo con reproche ni bronca, fue una inversión en un sueño, además los chicos que vienen a verlo lo pueden también tocar, esto les demuestra que ellos puede hacer música, es una semilla que puede germinar algún día’’.
¿La música para vos es una pasión?
"Si, totalmente, además es una forma de vida, un compromiso con los demás, porque cuando se sube al escenario lo tienes que hacerlo con responsabilidad. Cuando se sube al escenario tenemos que hacerlo con profesionalismo aunque no nos paguen, no hay que subir pensando que salga como salga".
¿Tenes alguna otra pasión?
"Si la educación, ya hace años que doy clases en la escuela secundaria Mario Vecchiolli, ex escuela de Comercio. Pero con tantos años en la docencia yo creo que deben venir las nuevas generaciones de docentes a reemplazarnos, pero la educación es otra pasión porque con ella les podemos dar a nuestros jóvenes una orientación, la misma que yo recibí de mis profesores. No digo que un docente le va a dar la fórmula para ser feliz, pero si una especie de guía, por ello me gusta contarles a mis alumnos mis anécdotas de los viajes, enseñándoles que los realice con esfuerzo y dedicación’’.
¿Qué sentís al ver las personas que te escuchan como disfrutan la música de la misma manera que vos la disfrutas?
"Para mí se crea un nexo, por ejemplo este verano me fui a Cosquin de vacaciones y me encontré con unos músicas, y una tarde comenzamos a improvisar y uno de ellos tenía que ir a tocar a una peña y nos pidió que lo acompañemos a tocar allí con la improvisación que hicimos y fuimos, y es tan lindo ver cómo la gente baila, canta, se divierte y piensa con nuestra música folclórica’’.