LIFSCHITZ APUNTÓ CONTRA LOS "EMPRESARIOS DE LA DIVERSIÓN" Y A LA "RESPONSABILIDAD DE LOS MUNICIPIOS"
El gobernador apuntó la posible “responsabilidad penal” que le cabría a los organizadores de la fiesta y al municipio de Arroyo Seco -donde tuvo lugar el evento- aunque aclaró que a eso “lo va a definir la Justicia”.
El mandatario, Miguel Lifschtiz, dijo que “quienes son empresarios de la diversión terminan lucrando con la salud y la vida de las personas”, y señaló que "hay responsabilidad de los municipios que deben controlar", en relación con la muerte de dos jóvenes en una fiesta electrónica en Arroyo Seco.
En tanto, este mediodía la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanó la Municipalidad de Arroyo Seco por orden de la Justicia Federal de Rosario y secuestró los expedientes de habilitación del boliche Punta Stage, donde se realizó el 31 de diciembre y la madrugada de Año Nuevo la fiesta electrónica “Sasha New Year’s Eve”.
Tras la fiesta, murieron por aparente consumo de éxtasis una chica rosarina de 20 años, Giuliana Maldovan, y un hombre de la ciudad bonaerense de San Nicolás, Lucas Liveratore (34).
Lifschitz dijo que “dan indignación ese tipo de fenómenos porque están asociados a la irresponsabilidad de empresarios, propietarios de boliches, productores de espectáculos y DJs” ya que, enfatizó, “todos saben lo que pasa y los riesgos que se corren en esos lugares”.
El mandatario santafesino sostuvo que “quienes son empresarios de la diversión terminan lucrando con la salud y a veces con la vida de las personas”.
“Creo que eso es muy grave -siguió- y creo que la responsabilidad de quienes se dedican a este tipo de actividades debe ser rápidamente dilucidadas y hacerse cargo de las responsabilidades civiles y penales que les caben”.
Lifschitz también señaló la posible responsabilidad oficial de la Intendencia de Arroyo Seco, localidad ubicada a 25 kilómetros al sur de Rosario.
“Hay una responsabilidad de los municipios, que son quienes deben controlar y autorizar o habilitar ese tipo de eventos”, dijo en declaraciones a Canal Tres de Rosario.
Por su parte, tras el allanamiento realizado este mediodía por la PSA al municipio de Arroyo Seco, el secretario Legal y Técnico, Gabriel Oliva, dijo que la Justicia Federal ordenó secuestrar “los expedientes de habilitación de Punta Stage”, el boliche donde se realizó la fiesta electrónica el fin de semana.
Oliva ratificó que el local “estaba habilitado para confitería bailable” y recordó que desde abril de 2016 “las fiestas electrónicas están prohibidas” en jurisdicción de Arroyo Seco, a través de un decreto.
Paradójicamente, el funcionario explicó que la noche de la fiesta electrónica el municipio efectuó “controles de rutina de Guardia Urbana y Tránsito” en Punta Stage, aunque dijo desconocer que en ese sitio se iba a realizar la fiesta.
La Policía de Investigaciones (PDI) de Rosario secuestró ayer en el local tres pastillas con formas de ositos que fueron enviadas a peritar para determinar si se trata de éxtasis, mientras los dos fiscales que intervienen en la investigación –uno de Rosario y otro bonaerense- aguardan los exámenes toxicológicos practicados a los dos jóvenes muertos para determinar las razones de sus decesos.
El fiscal de la ciudad de San Nicolás Patricio Mujica Díaz, que investiga la muerte de Liveratore, dijo hoy a Radio El Mundo que "había una gran cantidad de dealers que vendían drogas sintéticas, vendían como si fueran caramelos".
Agregó que según los testimonios de los asistentes a la fiesta "en el lugar había más de 5.000 personas, donde había muy poca agua y una sola barra para un evento de tal magnitud".
En tanto, este mediodía la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanó la Municipalidad de Arroyo Seco por orden de la Justicia Federal de Rosario y secuestró los expedientes de habilitación del boliche Punta Stage, donde se realizó el 31 de diciembre y la madrugada de Año Nuevo la fiesta electrónica “Sasha New Year’s Eve”.
Tras la fiesta, murieron por aparente consumo de éxtasis una chica rosarina de 20 años, Giuliana Maldovan, y un hombre de la ciudad bonaerense de San Nicolás, Lucas Liveratore (34).
Lifschitz dijo que “dan indignación ese tipo de fenómenos porque están asociados a la irresponsabilidad de empresarios, propietarios de boliches, productores de espectáculos y DJs” ya que, enfatizó, “todos saben lo que pasa y los riesgos que se corren en esos lugares”.
El mandatario santafesino sostuvo que “quienes son empresarios de la diversión terminan lucrando con la salud y a veces con la vida de las personas”.
“Creo que eso es muy grave -siguió- y creo que la responsabilidad de quienes se dedican a este tipo de actividades debe ser rápidamente dilucidadas y hacerse cargo de las responsabilidades civiles y penales que les caben”.
Lifschitz también señaló la posible responsabilidad oficial de la Intendencia de Arroyo Seco, localidad ubicada a 25 kilómetros al sur de Rosario.
“Hay una responsabilidad de los municipios, que son quienes deben controlar y autorizar o habilitar ese tipo de eventos”, dijo en declaraciones a Canal Tres de Rosario.
Por su parte, tras el allanamiento realizado este mediodía por la PSA al municipio de Arroyo Seco, el secretario Legal y Técnico, Gabriel Oliva, dijo que la Justicia Federal ordenó secuestrar “los expedientes de habilitación de Punta Stage”, el boliche donde se realizó la fiesta electrónica el fin de semana.
Oliva ratificó que el local “estaba habilitado para confitería bailable” y recordó que desde abril de 2016 “las fiestas electrónicas están prohibidas” en jurisdicción de Arroyo Seco, a través de un decreto.
Paradójicamente, el funcionario explicó que la noche de la fiesta electrónica el municipio efectuó “controles de rutina de Guardia Urbana y Tránsito” en Punta Stage, aunque dijo desconocer que en ese sitio se iba a realizar la fiesta.
La Policía de Investigaciones (PDI) de Rosario secuestró ayer en el local tres pastillas con formas de ositos que fueron enviadas a peritar para determinar si se trata de éxtasis, mientras los dos fiscales que intervienen en la investigación –uno de Rosario y otro bonaerense- aguardan los exámenes toxicológicos practicados a los dos jóvenes muertos para determinar las razones de sus decesos.
El fiscal de la ciudad de San Nicolás Patricio Mujica Díaz, que investiga la muerte de Liveratore, dijo hoy a Radio El Mundo que "había una gran cantidad de dealers que vendían drogas sintéticas, vendían como si fueran caramelos".
Agregó que según los testimonios de los asistentes a la fiesta "en el lugar había más de 5.000 personas, donde había muy poca agua y una sola barra para un evento de tal magnitud".