El descubrimiento de los animales acuáticos sin vida se produjo en las playas de Puerto Pirámides en la Península Valdés. La mala nueva fue confirmada por el director de Flora y Fauna Fernando Bersano.

En principio, las razones se presentan como un misterio para los especialistas. En efecto, el funcionario se mostró sorprendido con la aparición de los cetáceos fallecidos.

Bersano manifestó que “aparecieron al menos seis ballenas muertas en el Golfo Nuevo”. Asimismo, explicó que se “trabaja en las autopsias para procurar establecer la causa”.
Siguiendo esa línea argumental, el entrevistado admitió que nunca antes vio “una mortandad de estas características en tan poco tiempo”, aunque evitó dar precisiones sobre los motivos del deceso.

Investigadores del Centro Nacional Patagónico, que funciona bajo la órbita del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) conducen la necropsia sobre los cadáveres para determinar qué fue lo que mató a las ballenas.

La principal hipótesis con la que trabajan los expertos es que se trataría de una ingesta de microorganismos que generan algún tipo de toxina motal para los animales.

“Estamos a la espera de los informes preliminares para ver si se puede sostener esa correlación. Se piensa en esa causa porque son 6 individuos en un lugar y en muy corto plazo de tiempo en el que ocurrieron las muertes”, apuntó el funcionario chubutense.

La investigación junto los esfuerzo de la Dirección de Fauna, el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) e investigadores del Centro Nacional Patagónico con sede en Puerto Madryn.

De acuerdo a las afirmaciones de Fernando Bersano, los restos son recientes ya que no mostraban una descomposición avanzada y “tienen todo el aspecto de haber estado bien alimentados”.