Un día después de padecer el primer cacerolazo contra su gestión, el presidente Mauricio Macri evitó dar su opinión sobre las protestas de usuarios, vecinos y organizaciones políticas contra el tarifazo en los servicios públicos.

Tuvo la oportunidad de hacerlo hoy en un acto en el barrio porteño de Villa Devoto, donde inauguró una "Casa del Futuro" con el objetivo de contener a jóvenes de 15 a 24 años en situación de vulnerabilidad social. Sin embargo, a diferencia del discurso que sostuvo a lo largo de la semana – y que hizo hincapié en el ahorro energético-, esta vez no hizo mención a los ajustes de tarifas y los reclamos callejeros que hicieron los consumidores a lo largo y ancho del país y le habló a la juventud.

"Mi sueño es que cada uno pueda elegir donde vivir, y no que el lugar que naciste te expulse. Que en este lugar (la Casa del Futuro) no solo vengan a cultivarse, sino que vengan a capacitarse", sostuvo durante la inauguración de hoy. "Somos muchos los que creemos que en sus manos está el futuro y el presente del país", agregó de cara al auditorio.

Los cacerolazos y manifestaciones se produjeron días después de que el Presidente de la Nación revisara e introdujera cambios por tercera vez la política tarifaria del gas, con topes de hasta un $400% de incremento sobre la facturación.

Durante la gira en Alemania, el jefe de Estado sostuvo que "los ciudadanos entendieron" el aumento en las boletas y destacó que "es sorprendente la forma en que son compañeros con nosotros en este esfuerzo para volver al crecimiento".

Pese al silencio del mandatario sobre las protestas, empezaron a aparecer algunas voces del oficialismo para hacer una cerrada defensa de los aumentos de tarifas. "No hacen falta los cacerolazos porque este gobierno se ha caracterizado siempre a estar abierto al dialogo", señaló el diputado nacional Pablo Tonelli.

"La gente tiene todo el derecho del mundo de expresarse y que lo haga en libertad y pacíficamente", agregó el legislador en diálogo con radio Nacional