De ahí que se abocó a un riguroso plan de reestructuración que se manifestó en la decisión de cerrar cuatro plantas, que en conjunto empleaban a unas 500 personas, como primer paso para reducir de 15 a 9 establecimientos en operación y achicar la nómina de 4.000 a 2.500 trabajadores. De ahí que aún peligran los puestos de otras 1.000 familias.
La Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) aclaró en un comunicado que Sancor confirmó "la necesidad de producir una reestructuración en la empresa" que implique un "achique en la cantidad de plantas, usando los mismos procedimientos que se han usado en el pasado como son los retiros voluntarios, las jubilaciones y los traslados".
También en los próximos días, según pudo saber Nuestro Agro, "pararán por tres meses otro par de plantas para realizar tareas de mantenimiento que son anuales y que ante la falta de materia prima se aprovechará este momento para su reacondicionamiento".