EL RÍO PARANÁ DEJÓ DE CRECER EN SANTA FE Y VOLVIÓ A DESCENDER

Luego de haber superado la marca de 1,50 metros en el puerto de la ciudad de Santa Fe, el río Paraná detuvo su crecimiento y comenzó una nueva etapa de descenso. El comportamiento del cauce, que había mostrado una recuperación hacia finales de marzo y principios de abril, vuelve ahora a mostrar signos de retroceso.
Según los registros de Prefectura Naval Argentina, el río alcanzó los 1,57 metros el pasado 12 de abril, pero ya para este fin de semana largo de Semana Santa la situación cambió: el Viernes Santo descendió a 1,22 metros, y el domingo de Pascuas llegó a 1,03 metros, marcando una abrupta baja de 13 centímetros en tan solo 24 horas.
De picos a retrocesos
La evolución del nivel del río Paraná ha sido marcada por notables oscilaciones a lo largo del año. En los últimos días de diciembre de 2024, tras un mes con mucha agua, el cauce había alcanzado los 3,28 metros. Sin embargo, en los primeros días de enero comenzó una caída pronunciada, llegando el 15 de ese mes a 1,59 metros.
Durante febrero el río mostró una leve recuperación, estabilizándose en torno a los 2 metros, pero volvió a bajar en marzo. Tocó un mínimo de 92 centímetros el 24 de marzo, antes de iniciar su breve repunte que culminó a mediados de abril.
Pronósticos del INA
El Instituto Nacional del Agua (INA) actualizó este martes 15 de abril su informe hidrológico y prevé que para el próximo lunes 22, el nivel del Paraná en Santa Fe se ubique en torno a los 1,14 metros. Para la semana siguiente, se espera un nuevo descenso hasta 1,07 metros, aunque el comportamiento real del río ya marcó un piso más bajo con los 1,03 metros registrados el último domingo.
En Rosario, la situación es similar: este sábado 20 de abril, la altura del Paraná fue de 92 centímetros, reflejando también una tendencia descendente.
Paisajes que cambian
Como suele suceder con las fluctuaciones del río, los cambios en el paisaje ribereño son inmediatos. La laguna Setúbal, las costas de Arroyo Leyes y San Javier, entre otros puntos de la región, ya muestran extensas orillas de arena y barrancas más marcadas, producto del retroceso del agua.
El rol de las lluvias
El comportamiento del Paraná también está ligado al régimen de precipitaciones. Según el Centro de Informaciones Meteorológicas (CIM) de la FICH - UNL, marzo dejó un acumulado de 161,5 mm de lluvia en la ciudad de Santa Fe. En los primeros quince días de abril cayeron 55 mm adicionales, mientras que el total del primer trimestre del año fue de 541,75 mm.
A pesar de estos valores, la recuperación del río parece no haber sido sostenida, lo que pone en alerta a quienes dependen de su caudal para actividades productivas, recreativas o de abastecimiento.
F:SINMORDAZA