La Unión Europea respiró aliviada tras la reelección alcanzada por Emmanuel Macron en la presidencia de Francia. Sin embargo, el avance de la ultraderecha de Marine Le Pen abrió fuertes inquietudes sobre el margen de maniobra que tendrá el mandatario galo tras las elecciones legislativas previstas para junio.

“Desde el punto de vista de la política exterior, esta es una reelección de continuidad para la política francesa en la UE y en relación con la guerra en Ucrania donde Macron ha tenido un rol de mediador con Vladimir Putin”, dijo a TN el analista francés Yann Basset, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del Rosario de Bogotá. “Una elección de Le Pen (de estrecha relación con el presidente ruso) hubiera significado un terremoto sobre este plano”.

No por nada los principales líderes europeos se apresuraron a expresar su beneplácito por el triunfo de Macron, más allá de que esperaban una victoria del actual presidente sobre la “euroescéptica” Le Pen.

“En este período tormentoso es necesario una Europa sólida y una Francia totalmente comprometida por una UE más soberana y más estratégica. Podemos contar con Francia otros cinco años”, resumió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

Cuáles serán los principales desafíos que deberá enfrentar Emmanuel Macron en su segundo mandato

En su nuevo mandato, según coinciden analistas citados por EFE, Macron deberá enfrentar no menos de cinco temas claves:

Control del Parlamento. El triunfo de Macron fue amplio, con el 58% de los votos contra el 42% de Le Pen, pero no tanto como en el balotaje de 2017 cuando la diferencia fue de más de 32 puntos (66,1% a 33,9%). Con un margen más acotado, Macron deberá ahora fortalecer su campaña electoral con vistas a las cruciales elecciones legislativas de junio para renovar la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento. Hoy la oficialista La República en Marcha (LREM) ocupa 267 de los 577 escaños. Con los 57 del centrista MoDem, su aliado, controla la legislatura. Pero la ultradecha acecha. “Las elecciones legislativas serán importantes para permitir al presidente seguir actuando”, dijo el vocero del Gobierno, Gabriel Attalm, en una intervención en la cadena TF1. Las elecciones son vistas como una virtual “tercera vuelta”.

Guerra en Ucrania. Macron viene teniendo un rol importante en los intentos de mediación para poner fin al conflicto. Ya ha hablado en tres ocasiones con Putin y se ha cuidado de llamar “genocidio” la situación en el terreno, como ha denunciado Kiev y su par estadounidense Joe Biden. Esta cautela le ha valido críticas del presidente ucraniano Volodimir Zelensky: “Sus palabras son muy dolorosas para nosotros”, dijo.

Recuperación económica e inflación/situación social. Francia vive hoy el fenómeno de la inflación, aunque lejos de los números que se manejan en la Argentina (4,5% interanual en marzo). Pero además, el crecimiento económico no ha sido el esperado tras la pandemia. Hoy, el país luce fracturado. Le Pen aprovechó esta grieta y abrazó al electorado más excluido. Según un estudio de Ifop, la ultraderecha ganó entre los obreros, los más pobres y las personas con menor acceso a educación.

Reforma previsional. Quizás este sea su mayor desafío. Macron prometió llevar adelante este proyecto, considerado antes de la pandemia como “la madre de todas las batallas”. Sin embargo, en campaña se mostró flexible para intentar atraer al votante de izquierda que se inclinó en la primera vuelta por Jean-Luc Mélenchon. El plan plantea el retraso progresivo de la edad mínima de jubilación de 62 a 65 años. Pero tanto Le Pen como Mélenchon ya se declararon en contra.

“Francia hizo la elección de la continuidad sobre el plano europeo y sobre los demás temas nacionales”, resaltó Yan Basset en su diálogo con TN. Pero la última palabra para delinear los próximos cinco años de gobierno la tendrán las elecciones legislativas de junio.