Era el primer paso. El más duro en el Grupo D para Argentina en esta Copa América Centenario. El Levi’s Stadium de Santa Clara estaba repleto. Con más fanáticos de Argentina que de Chile.

Pero no significó que había más argentinos que chilenos. Había muchos mejicanos alentando a la celeste y blanca. Y sobre todo a Lionel Messi, quien estuvo en el banco sin poder ingresar. ¿Se lo extrañó? Y... no mucho, porque no hizo falta que estuviera. La decisión de Gerardo Martino le salió excelente porque su equipo venció 2-1 al siempre duro Chile, el último campeón de la Copa América.

La selección albiceleste estaba convencida de lo que tenía que hacer. Y lo hizo. Sobre todo en el segundo tiempo, cuando concretó las chances que tuvo a disposición.

Y apareció la figura de un jugador al que siempre se le exige un poco más por su calidad de juego, y que las lesiones le jugaron en contra tanto en el Mundial de Brasil como en la Copa América 2015. Se trata de Di María, el mejor del equipo del “Tata”.