En este marco, se firmó un preacuerdo, en el cual por ahora solo resta la firma de ADIMRA, que pidió un plazo de 48 horas, lo que le fue concedido. Por esto último, se producirá un nuevo encuentro mañana a las 15 horas para cerrar definitivamente el acuerdo.
En síntesis, los porcentajes que se arreglaron fueron de un 11% a partir del 1° de abril, y un 11% a partir del 1° de julio. Este último incremento se realizará sobre la base del 30 de junio, es decir, que es acumulativo, lo que resulta en un 23 % hasta aquí.
Pero debe considerarse que el acuerdo en porcentaje del año pasado había sido del 33%, más el bono de $4000 pesos. Este bono del convenio pasado –que venció el 31 de marzo- se valorizó como un 2%, porcentaje que se incluye también en la base imponible de cálculo desde el 1° de abril de este año. Por ende, la primera cuota no será del 11% sino del 13%, al agregarse este 2% a la base. Siguiendo con los cálculos, sobre este 13%, se suma el 11% del mes de julio, lo que da –hasta aquí- un 25,5% de incremento.
Además, este año también se acordó el bono de $4000 a pagar con los sueldos de noviembre ($2000 a percibir en diciembre) y febrero ($2000 a percibir en marzo). Este bono dividido en los 12 meses que contempla la paritaria, resulta en algo más de $333 por mes, que en un sueldo de bolsillo de la categoría más baja que es $8500, representa un porcentaje del 3,9%, y en las más altas estará en el orden del 2,4 o 2, 5%.
Sumado esto al 25,5%, en las categorías más bajas se percibirá un aumento de algo más del 29%, mientras que en las más altas el incremento será aproximadamente de un 27%.

Salir de la línea de pobreza

Sobre la negociación que finalmente finalizó en este preacuerdo, Roberto Oesquer, secretario general de UOM Seccional Rafaela, explicó: “el acuerdo nuestro terminó el 31 de marzo, y de ahí en más ya se han concretado más de una docena de reuniones sin resultados. En ese marco, la UOM –a través del Congreso Nacional de Delegados, que es el órgano máximo que tiene el gremio- facultó al secretariado para llevar adelante un plan de lucha”.
El mismo consistía en realizar durante la primera semana asambleas en las distintas empresas para clarificar la situación y durante la segunda semana se habían dispuesto paros de media hora por cada hora trabajada.
“En ese contexto, el viernes anterior al lunes donde comenzaban las medidas de acción directa, el Ministerio de Trabajo dictó la primera conciliación obligatoria por quince días hábiles. En ese transcurso, se realizaron nuevas reuniones y se siguieron manteniendo las posturas”, precisó. “Ante el vencimiento de esta conciliación, se dictó una segunda conciliación –que es lo que por ley se puede establecer- de otros cinco días hábiles más, que vencieron el 30 de mayo”.
Durante este período tampoco se llegó a un entendimiento. En la mesa de discusiones, UOM planteaba un incremento donde los mínimos salgan de la línea de pobreza. “El sector empresario, conjuntamente con la idea que tiene el Gobierno que ya se pudo oficializar en algunas acuerdos, planteaba una pauta del 20% que era insuficiente, lo que hacía inviable el acuerdo”.
Esto quedó supeditado a que las medidas de fuerza inicien en el día de hoy, lo que finalmente no sucedió por el desenlace positivo que tuvo el encuentro de ayer.