Finalizadas las ruedas de reconocimiento de este martes, los diez rugbiers detenidos por el asesinato de Fernando Báez Sosa serán trasladados al sector de alcaidía de la Unidad 6 de Dolores.

Permanecerán bajo una estricta vigilancia y control hasta tanto el juez de Garantías de Villa Gesell, David Mancinelli, les dicte la prisión preventiva en caso de corresponder.

Los teléfonos celulares de los acusados y el de Pablo Ventura, el joven que había sido implicado y fue liberado, fueron llevados a Mar del Plata para comenzar a ser peritados.

Por otro lado, siguen pendientes la prueba de "rastros", con las ropas y zapatillas secuestradas a los imputadosy el examen scopométrico para saber a quién pertenece la zapatilla cuya suela quedó marcada en la cara de Báez Sosa y que le habría provocado la muerte.